Métodos de Separación de Mezclas
La flotación aprovecha las diferencias de densidad para separar un sólido menos denso que el líquido donde está suspendido. Por ejemplo, el corcho o el telgopor flotan sobre el agua, facilitando su separación.
En la centrifugación, un aparato girando a alta velocidad expulsa el líquido hacia las paredes, separándolo del sólido. La levigación usa corrientes de agua o aire para separar sólidos de distinto peso, como cuando lavamos hojas de lechuga o soplamos restos de goma de borrar.
La tamización separa sólidos de diferentes tamaños usando un tamiz con aberturas que dejan pasar las partículas pequeñas y retienen las grandes, como al separar piedras y arena. La imantación aprovecha las propiedades magnéticas para atraer materiales metálicos, como extraer limaduras de hierro mezcladas con arena.
💡 ¡Dato curioso! Muchos de estos métodos los usas en tu vida diaria sin darte cuenta: cuando cuelas fideos, usas filtración; cuando mezclas aceite y agua y se separan, observas decantación natural.
En la filtración un sólido insoluble queda atrapado en un medio poroso (filtro) mientras el líquido pasa a través, como cuando usamos un colador para el café. La decantación separa líquidos inmiscibles (aceite y agua) o un sólido en un líquido (arena y agua) aprovechando la diferencia de densidad.
Por último, la destilación simple separa un líquido volátil de un sólido disuelto. El líquido se evapora al calentarse y luego se condensa, dejando atrás el sólido, como cuando separamos sal del agua salada.