La Constitución Nacional: Nuestra Ley Suprema
La Constitución Nacional es crucial para reclamar, controlar y participar en nuestra vida democrática. Este documento representa valores esenciales como inclusión, solidaridad, respeto y justicia. Comienza con el Preámbulo, que expresa las ideas principales que motivaron su creación.
Su formación pasó por dos etapas importantes: desde 1816 hasta 1853 (desde la independencia hasta su sanción en Santa Fe, sin Buenos Aires) y hasta 1860, cuando Buenos Aires se incorporó tras la batalla de Pavón y se reformó la Constitución. Bartolomé Mitre fue el primer presidente constitucional (1862-1868).
La Constitución Argentina actual (1994) es la ley suprema del país, lo que significa que todas las demás leyes deben ajustarse a ella. Contiene las reglas de organización del Estado como la división de poderes, democracia y federalismo, además de proteger derechos fundamentales como libertad de expresión, educación, vivienda y culto.
💡 ¿Sabías que...? El objetivo principal de la Constitución es brindar estabilidad, racionalidad y evitar abusos de poder, legitimando las acciones del Estado.
La estructura de la Constitución incluye tres partes fundamentales: las Declaraciones (principios fundamentales de la organización política), los Derechos (facultades que tenemos como personas) y las Garantías (mecanismos del Estado para asegurar esos derechos).