Sentidos y Percepción Sensorial
Nuestros sentidos trabajan en conjunto para darnos una imagen completa del mundo que nos rodea. Si uno falla, los otros se fortalecen para compensar la pérdida. Veamos las características de cada uno:
El sentido del tacto se extiende por todo el cuerpo, principalmente en la piel, donde diversos receptores transforman estímulos externos en información para el cerebro. Podemos identificar cuatro sensaciones táctiles: frío, calor, contacto y dolor. Las yemas de los dedos tienen una alta concentración de terminaciones nerviosas, aumentando su sensibilidad. El tacto es considerado el más importante de los sentidos porque nos ayuda a detectar riesgos para nuestra salud y seguridad.
El sentido del oído se compone de dos partes: el oído externo (visible) que capta el sonido, y el oído interno (en forma de espiral) que traduce las vibraciones en señales nerviosas para el cerebro. Nuestro cerebro usa los sonidos captados por ambos oídos para determinar la distancia y dirección de los sonidos.
El sentido del gusto proviene de las papilas gustativas en la lengua, permitiéndonos identificar cuatro sabores básicos: salado, dulce, ácido y amargo. Además del sabor, también reconocemos texturas y temperaturas.
El sentido del olfato funciona mediante receptores en las membranas mucosas de la nariz, conectados al nervio olfativo. Estos receptores pueden identificar siete categorías de olores: alcanforado, almizclado, floral, mentolado, éter, picante y putrefacto.
💡 ¡Sabías que el gusto y el olfato están estrechamente relacionados! Cuando estás resfriado y dices que "no le sientes sabor a la comida", en realidad es porque tu sentido del olfato está bloqueado. El 80% de lo que percibimos como "sabor" viene en realidad del olfato.