El "murciélago"
Zezé tiene una afición peligrosa: ser "murciélago", es decir, colgarse de la parte trasera de los autos que pasan para viajar gratis. Su sueño es treparse al auto más lindo de Bangú, el del portugués Manuel Valadares.
Un día, animado por un desafío de su árbol Minguito, Zezé se atreve a intentarlo. Espera que el Portugués entre en el café "Miseria y Hambre" y luego salta a la rueda trasera de su automóvil. Sin embargo, no se da cuenta de que el motor no está en marcha.
El Portugués lo descubre, lo toma por las orejas y le da una palmada que lo deja adolorido y humillado. "¿Te piensas, mocoso, que no te he estado observando todos los días espiar mi coche?" le dice furioso.
Lleno de rabia y vergüenza, Zezé le responde: "No hablo ahora, pero estoy pensando. Y cuando crezca voy a matarlo." Esta amenaza hace reír al Portugués, quien lo suelta después de darle un correctivo.
Este incidente marca el inicio de lo que será una relación importante. Días después, Zezé se lastima gravemente el pie con un vidrio mientras intenta robar guayabas. Al día siguiente, camino a la escuela, apenas puede caminar por el dolor.
El Portugués lo ve y, para sorpresa de Zezé, se detiene para ayudarlo. Lo lleva en su automóvil a la farmacia para que le curen la herida. Durante todo el proceso, el hombre lo consuela y lo trata con inesperada ternura.
🚗 ¡Piensa en esto! A veces las personas que parecen más duras pueden tener un corazón grande. El Portugués, que primero castigó a Zezé, luego se convierte en quien más lo comprende.