La tercera historia y la trampa
La señora Greenwold, tras escuchar el perturbador relato de John, le pide que se quede a otra taza de té. Ella desaparece en la cocina y vuelve con más té. El ambiente se ha vuelto tenso.
Para sorpresa de John, la anciana comienza a contar una segunda historia, que imagina como trasfondo de lo ocurrido aquella noche en el tren. Narra la historia de una mujer de treinta y cinco años que se enamora de un hombre llamado Robert Barnes, un pintor casado con una alcohólica llamada Helen.
La historia detalla cómo la amante visita la casa de Robert y confronta a Helen, lo que termina en una violenta discusión. En un forcejeo en el cuarto de baño, la amante empuja a Helen contra la bañera, matándola. Robert, horrorizado pero cómplice, ayuda a limpiar la escena.
¡Revelación escalofriante! Durante la limpieza, Robert descubre que alguien los observa desde la ventana de la casa vecina: una mucama, la misma Julie de la primera historia.
La pareja persigue a Julie hasta la estación y la amante sube al mismo tren. La mujer de la historia resulta ser Emma Greenwold, quien se gana la confianza de Julie para luego asfixiarla mientras duerme en el tren.
"La había matado", confiesa con frialdad el personaje de Emma en la historia, describiendo cómo abandonó el compartimiento dejando el cadáver de Julie.
Al terminar esta impactante narración, la anciana mira fijamente a John y le dice: "Ahora sé por qué no puedo creerle, señor Bland".