Champandongo
Una hora antes de que John llegara a pedir oficialmente su mano, Tita se encontraba en un caos intentando preparar champandongo. Se había cortado un dedo mientras picaba cebolla, estaba atrasada en la cocina, y para colmo, su adorable sobrina Esperanza no paraba de llorar.
Después de la muerte de Mamá Elena, Tita había regresado al rancho para cuidar de Pedro, quien sufrió graves quemaduras en un accidente. Durante su convalecencia, la relación entre ellos se intensificó, culminando en un encuentro apasionado en el antiguo cuarto oscuro, ahora convertido en bodega.
Rosaura, quien había dado a luz prematuramente a Esperanza, descubrió la traición y confrontó a Tita "No estoy dispuesta a que ustedes se burlen de mí. A mí no me importa si tú y Pedro se van al infierno por andarse besuqueando, mientras nadie se entere. Pero seguiré siendo la esposa ante los ojos de todos."
Después de una acalorada discusión, Rosaura prohibió a Tita acercarse a Esperanza, amenazando con echarla de la casa que había heredado de su madre. Este golpe fue devastador para Tita, quien amaba profundamente a la niña y la había cuidado desde su nacimiento.
En medio de esta tormenta emocional, Tita debía preparar una cena perfecta para John. Aunque ya no estaba embarazada como había temido, debía decidir entre casarse con el amable doctor o continuar su tormentosa relación con Pedro.