Los Caudillos y Manuel Dorrego
Los caudillos surgieron como líderes locales después de la independencia, desafiando constantemente el poder central de Buenos Aires. Estos terratenientes y líderes militares, que habían luchado contra los indígenas y en las guerras de independencia, se convirtieron en el poder real de sus regiones entre 1820 y 1835.
La Constitución de 1826, elaborada durante el Congreso Constituyente de 1825, ignoró la preferencia federal de las provincias e impuso un sistema unitario. Esta constitución excluía del voto a jornaleros, domésticos y soldados, lo que Manuel Dorrego criticó duramente, argumentando que esto transformaba el sistema en una aristocracia.
Dorrego, nacido en Buenos Aires en 1787, fue un militar y político que defendió los derechos sociales. Como gobernador de Buenos Aires en 1820 y 1828, se ganó enemigos por sus críticas al gobierno y su defensa de los sectores populares. Su vida terminó trágicamente cuando fue fusilado por Lavalle, un líder unitario.
¡Atención! Dorrego denunció que la exclusión de los jornaleros del voto convertía al régimen en una aristocracia, mientras defendía que los capitalistas tampoco tenían independencia real, pues sus negocios los hacían dependientes del Poder Ejecutivo.