El camino hacia la guerra
La ineficacia de la Sociedad de Naciones para resolver conflictos dejó que las tensiones territoriales crecieran sin control. Cada potencia tenía sus ambiciones: Rusia buscaba acceso al Mediterráneo, Alemania quería dominar Europa Central, Italia anhelaba los Balcanes, mientras Rusia, China, Japón y EE.UU competían por el Pacífico.
El enfrentamiento ideológico entre el fascismo (que defendía un estado fuerte y rechazaba el comunismo) y el comunismo (que promovía la eliminación de clases sociales) intensificó las tensiones. Hitler, con su odio hacia el comunismo, no encontró oposición suficiente en potencias como Francia, Inglaterra y EE.UU.
En 1935, Hitler restableció el servicio militar obligatorio en Alemania, provocando que Francia y la Unión Soviética firmaran un pacto defensivo. Para 1936, Alemania ocupó Renania sin resistencia e Italia invadió Etiopía, demostrando que las potencias fascistas actuaban con impunidad.
🌍 La pasividad internacional frente a las primeras agresiones territoriales del fascismo envió un mensaje peligroso: las democracias no estaban dispuestas a enfrentarse a Hitler hasta que fue demasiado tarde.