Consolidación, dependencia soviética y crisis
Paralelamente a las transformaciones económicas, el gobierno revolucionario priorizó la educación y la salud. Se realizaron campañas masivas de alfabetización, se crearon nuevas escuelas y universidades, y creció notablemente el número de alumnos y maestros. En salud, se implementó una red sanitaria gratuita para toda la población, con nuevos hospitales, clínicas e institutos de investigación médica.
Otras medidas sociales incluyeron la reducción del 50% en el valor de los alquileres, créditos para que inquilinos pudieran comprar sus casas, y la gratuidad de servicios básicos (agua, luz, gas, teléfono). Se estableció un sistema de racionamiento de alimentos y vestimenta, y se intentó reducir las diferencias salariales entre trabajadores.
Las políticas de apoyo a movimientos revolucionarios en Latinoamérica, especialmente en Venezuela, Guatemala y Bolivia (donde el Che Guevara fue capturado y asesinado en 1967), aumentaron el aislamiento internacional de Cuba. Durante este período, el país dependió fuertemente de la ayuda económica soviética y de otros países socialistas.
🔄 Adaptación constante: En 1972, Cuba firmó varios acuerdos con la URSS que garantizaban asistencia financiera soviética, desarrollo comercial bilateral y prórroga de los pagos de la deuda cubana. Además, Cuba se integró al COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica).
El fin de la Guerra Fría trajo nuevos desafíos. Con el colapso de la URSS a principios de los 90, las ayudas y subsidios soviéticos terminaron abruptamente. Estados Unidos endureció las sanciones comerciales contra Cuba, aunque desde 1992 la Asamblea General de la ONU ha aprobado resoluciones anuales pidiendo el cese del embargo estadounidense. La pérdida del apoyo soviético sumió a Cuba en una profunda crisis económica que obligó al régimen a buscar nuevas estrategias de supervivencia en un mundo post-Guerra Fría.