Primera Revolución Industrial
La Primera Revolución Industrial comenzó en Inglaterra hacia 1750 con una serie de innovaciones que aumentaron la productividad agrícola. Las nuevas técnicas como la rotación de cultivos y el uso de abonos naturales generaron un aumento en la producción de alimentos, mejorando la calidad de vida y provocando un crecimiento demográfico.
La creciente demanda de productos estimuló el desarrollo de nuevas tecnologías. Hasta ese momento, la producción era principalmente artesanal, realizada en pequeños talleres con herramientas rudimentarias. Los inventos más significativos fueron la máquina de vapor y el telar mecánico, que permitieron acelerar enormemente la producción.
Este proceso transformó por completo el sistema productivo. Las fábricas reemplazaron a los talleres artesanales y se instalaron en las ciudades donde abundaba la mano de obra. Los artesanos se convirtieron en proletarios, vendiendo su trabajo a cambio de un salario, mientras que los comerciantes burgueses, con suficiente capital para invertir en maquinarias, se convirtieron en los dueños de las industrias.
💡 ¿Sabías que? La urbanización que vivimos hoy comenzó durante la Primera Revolución Industrial, cuando los campesinos desplazados por la mecanización migraron a las ciudades en busca de trabajo en las fábricas.