La Revolución Neolítica
¿Sabías que vivir en un mismo lugar y tener comida garantizada cambió totalmente nuestra historia? La revolución neolítica introdujo dos actividades clave: la agricultura y la ganadería. Estas nuevas formas de obtener alimentos permitieron que las personas ya no tuvieran que moverse constantemente para sobrevivir.
Con estas nuevas técnicas, se generaron excedentes de producción (más comida de la necesaria), lo que provocó un enorme aumento demográfico. ¡Imagina tener más comida y poder alimentar a más personas! Esto hizo que la población creciera rápidamente.
El sedentarismo (quedarse en un lugar fijo) trajo consigo la aparición de aldeas permanentes y la necesidad de organizarse mejor. Las personas ya no necesitaban salir a cazar o recolectar alimentos, creando más comodidades y tiempo libre para desarrollar otras habilidades.
💡 ¡Dato interesante! La revolución neolítica no ocurrió de la noche a la mañana, sino gradualmente a lo largo de miles de años. Este cambio sentó las bases para todo lo que conocemos hoy: ciudades, escritura, matemáticas y hasta la escuela a la que vas.
Un efecto importante fue la división de trabajos. Con más personas y nuevas necesidades, cada persona podía especializarse en tareas diferentes: agricultores, pastores, artesanos, etc. Esta especialización hizo que las sociedades fueran más eficientes y complejas.