La inestabilidad de los gobiernos
Después de la Revolución de Mayo, el camino hacia la organización nacional estuvo marcado por una notable inestabilidad política. Entre 1810 y 1820, se sucedieron diferentes formas de gobierno que reflejaban los conflictos internos sobre cómo conducir la revolución.
Desde el principio surgieron dos facciones en la Primera Junta: la de Cornelio Saavedra y la de Mariano Moreno. Saavedra defendía una postura moderada, buscando primero consolidar la revolución internamente y ganar el apoyo de todo el virreinato antes de declarar la independencia. Moreno, más radical, quería acelerar el proceso, declarar cuanto antes la independencia y centralizar las decisiones en Buenos Aires. Estas diferencias llevaron a la renuncia de Moreno, quien falleció en alta mar en 1811 mientras viajaba a Europa en misión diplomática.
La Junta Grande, formada al incorporar diputados del interior, resultó demasiado lenta para tomar decisiones urgentes durante la guerra. En septiembre de 1811, fue reemplazada por el Primer Triunvirato (Paso, Chiclana y Sarratea), que tampoco logró estabilidad. Su prestigio se desplomó cuando, tras ordenar a Belgrano replegarse de Tucumán, este desobedeció y obtuvo una importante victoria. Este hecho precipitó un movimiento militar liderado por San Martín y Alvear que derrocó al Triunvirato y convocó a una Asamblea General Constituyente.
La Asamblea del año XIII fue convocada para declarar la independencia y sancionar una constitución, pero el contexto interno y externo la obligó a ser más cautelosa. Aunque no logró sus objetivos principales, tomó decisiones importantes:
- Suprimió los títulos de nobleza
- Eliminó los tributos indígenas
- Estableció la libertad de vientres para hijos de esclavos
- Abolió la tortura
- Creó los símbolos patrios y el himno nacional
- Instituyó el Directorio como poder ejecutivo unipersonal
🌟 La creación de símbolos patrios como la bandera, el escudo y el himno fue fundamental para forjar una identidad nacional. Incluso hoy, símbolos como la camiseta de la selección argentina se han convertido en emblemas de identificación nacional para los jóvenes.
El Directorio tampoco consiguió estabilidad política: entre 1814 y 1820 se sucedieron siete directores. Su centralismo provocó la resistencia de las provincias, especialmente las del Litoral, que bajo el liderazgo de Artigas formaron la Liga de los Pueblos Libres, defendiendo un modelo federal frente al centralismo porteño.
Esta tensión entre centralismo y federalismo, sumada a los desafíos de la guerra contra los realistas, caracterizó los primeros años revolucionarios. Los diferentes gobiernos intentaron encontrar el camino para organizar la nación, pero la estabilidad política sería un objetivo difícil de alcanzar en las siguientes décadas.