La guerra civil y el ascenso de Rosas
En diciembre de 1828, Juan Lavalle dirigió un golpe de Estado contra el gobernador Dorrego. Bajo presión de los dirigentes unitarios, Lavalle ordenó el fusilamiento de Dorrego sin juicio previo, lo que desató la guerra civil en territorio bonaerense.
El hacendado federal Juan Manuel de Rosas organizó un levantamiento de la campaña contra el gobierno de Lavalle. Las causas de esta movilización fueron el temor a la reimplantación de la leva militar, las penurias económicas por la sequía, la sobreoferta de mano de obra tras el regreso de las tropas del Brasil y la ejecución de Dorrego, quien había beneficiado a los sectores rurales.
Tras ser derrotado, Lavalle firmó acuerdos con Rosas para poner fin a las hostilidades. Finalmente, Juan José Viamonte fue elegido gobernador interino de Buenos Aires.
En diciembre de 1829, la Legislatura eligió a Rosas como gobernador de Buenos Aires. Contaba con el apoyo tanto de las clases altas (hacendados y comerciantes) como de los sectores populares. Dadas las circunstancias de violencia política, se le concedieron facultades extraordinarias y el título de Restaurador de las Leyes.
Mientras tanto, en el Interior, el general unitario José María Paz derrotó a varios caudillos federales y formó la Liga del Interior. Como respuesta, en 1831, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe establecieron una alianza denominada Pacto Federal. Finalmente, los ejércitos federales vencieron a la Liga del Interior, y para fines de 1831 todas las provincias habían adherido al Pacto Federal.
¡Atención! Rosas no era un simple gaucho, sino un rico hacendado que conocía profundamente la vida rural y había establecido fuertes vínculos con gauchos e indígenas, lo que le dio una base de poder única entre la élite porteña.