La segregación indígena en América
¿Has notado cómo en muchos países latinoamericanos todavía existe una división social con raíces en la época colonial? La sociedad colonial se estructuró como un sistema de castas rígidamente jerarquizado, donde la posición social estaba determinada por el origen racial.
En la cúspide de esta pirámide social estaban los españoles peninsulares, seguidos por los criollos (españoles nacidos en América). En posiciones inferiores se ubicaban los mestizos y otras castas mixtas, y finalmente, en la base, los indígenas y los esclavos africanos. Esta estratificación se reflejaba en todos los aspectos de la vida colonial, desde los derechos legales hasta las oportunidades económicas.
La política colonial creó dos mundos paralelos la "República de Indios" y la "República de Españoles", teóricamente para proteger a los indígenas del abuso. Los pueblos indígenas fueron reubicados en nuevos asentamientos, separados de los españoles, donde se les asignaron tierras comunales que, en teoría, eran inalienables.
Los funcionarios llamados oidores-visitadores tenían la misión de verificar que estos pueblos tuvieran tierras suficientes y que vivieran libres de intrusos. Sin embargo, la corrupción era común y, a menudo, estos funcionarios favorecían los intereses de los terratenientes españoles y criollos.
¡Reflexiona! Esta segregación, aunque justificada como protección, en realidad facilitó el control y la explotación de los pueblos indígenas, obligándolos a adoptar el modo de vida europeo y destruyendo muchas de sus tradiciones y formas de organización social.
A mediados del siglo XVIII, la política colonial cambió drásticamente. Influenciados por ideas utilitaristas europeas y presionados por necesidades económicas, las autoridades españolas comenzaron a vender las tierras comunales indígenas a particulares, consolidando el latifundismo que sería un problema persistente en América Latina.