Crisis del Orden Colonial y Revolución de Mayo

La Revolución de Mayo de 1810 marcó el inicio de nuestro proceso independentista cuando los criollos de Buenos Aires formaron la Primera Junta de Gobierno. Este momento histórico no surgió de la nada, sino que fue resultado de una profunda crisis del orden colonial español provocada por la invasión napoleónica a España y las nuevas ideas revolucionarias que circulaban en América.

Las Invasiones Inglesas (1806-1807) fueron un antecedente crucial, ya que propiciaron la formación de los primeros batallones criollos que luego serían el origen del Ejército Argentino. Estos cuerpos militares, como el Regimiento de Patricios comandado por Cornelio Saavedra, demostraron que los habitantes del Río de la Plata podían defenderse sin depender de España.

El 25 de mayo de 1810, tras un Cabildo Abierto, se estableció la Primera Junta presidida por Saavedra e integrada por figuras como Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli. El 29 de mayo, mediante un decreto, esta Junta transformó los batallones en regimientos, fecha que hoy celebramos como el Día del Ejército Argentino.

💡 Durante la Revolución, muchos criollos aún juraban fidelidad al rey Fernando VII, mientras secretamente buscaban la independencia. Esta "máscara de Fernando VII" fue una estrategia para ganar tiempo mientras consolidaban su poder.

Guerras de Independencia y Primeros Gobiernos

Inmediatamente después de la Revolución, comenzaron las expediciones militares para extender el movimiento revolucionario. Los primeros centros de resistencia fueron Córdoba-Alto Perú, Paraguay y la Banda Oriental.

Manuel Belgrano, figura central de esta etapa, dirigió campañas al Paraguay donde, aunque fue derrotado militarmente, sembró las ideas revolucionarias. También condujo la Segunda Campaña al Alto Perú, logrando victorias importantes en Tucumán (24 de septiembre de 1812) y Salta (20 de febrero de 1813).

Por su parte, San Martín, recién llegado de Europa en 1812, se destacó en el Combate de San Lorenzo (3 de febrero de 1813), donde sus granaderos a caballo tuvieron su bautismo de fuego. Este combate fue breve pero decisivo para impedir las incursiones realistas en nuestras costas.

Los primeros gobiernos patrios evolucionaron desde la Primera Junta a la Junta Grande (1810), luego al Primer Triunvirato (1811) y al Segundo Triunvirato (1812). Este último convocó a la Asamblea del Año XIII, que aunque no declaró la independencia ni sancionó una constitución, tomó medidas importantes como la libertad de vientres y la creación de símbolos patrios.

Finalmente, el Congreso de Tucumán declaró formalmente la Independencia el 9 de julio de 1816, estableciendo la voluntad de la nación de asumir su soberanía sin reconocer ningún poder exterior.

El Plan Continental y las Campañas Libertadoras

San Martín, con su visión estratégica, comprendió que era imposible vencer a los realistas atacando frontalmente desde el norte. Desarrolló entonces su Plan Continental, que consistía en:

1. Cruzar los Andes hacia Chile
2. Liberar Chile del dominio español
3. Avanzar por mar hacia Perú, centro del poder realista
4. Coordinar fuerzas desde el Alto Perú para una maniobra de pinzas

Para proteger el norte, San Martín confió la defensa a Martín Miguel de Güemes, quien con sus gauchos desarrolló una efectiva guerra de guerrillas contra los realistas, impidiendo su avance hacia las provincias argentinas.

En 1817, San Martín emprendió el histórico Cruce de los Andes con el Ejército de los Andes que había formado en Cuyo. Esta hazaña logística permitió la victoria en Chacabuco (12 de febrero de 1817) y, tras un revés en Cancha Rayada, la decisiva batalla de Maipú (5 de abril de 1818) que aseguró la independencia chilena.

La última fase del plan se concretó con la Expedición Libertadora al Perú en 1820. San Martín logró entrar a Lima y proclamar la independencia peruana, aunque la campaña quedó inconclusa. El posterior encuentro con Simón Bolívar en Guayaquil (1822) marcó su retiro de la escena política americana.

Mientras tanto, la situación interna de las Provincias Unidas se complicaba con crecientes conflictos entre centralistas y federales.

Crisis del Año 20 y Formación de los Estados Provinciales

La Batalla de Cepeda (1 de febrero de 1820) entre las fuerzas del Directorio y los caudillos federales del Litoral (Estanislao López y Francisco Ramírez) marcó el fin del gobierno central. Este período, conocido como la "Anarquía del Año XX", provocó la disolución del Directorio y del Congreso.

Las provincias asumieron su propia soberanía, eligiendo gobernadores y manejando sus recursos. Surgieron así figuras locales como los caudillos, que representaban los intereses de sus regiones: Francisco Ramírez (Entre Ríos), Estanislao López (Santa Fe), Facundo Quiroga (La Rioja), Juan Manuel de Rosas (Buenos Aires), entre otros.

Durante este período se consolidaron dos proyectos políticos antagónicos:

El proyecto unitario:

• Propugnaba la centralización política con predominio de Buenos Aires
• Defendía el librecambio económico
• Admiraba la cultura europea, especialmente francesa
• Estaba representado por figuras como Bernardino Rivadavia

El proyecto federal:

• Buscaba la asociación voluntaria entre provincias y el respeto a las autonomías
• Defendía medidas proteccionistas para la industria local
• Valoraba las raíces hispano-criollas
• Era liderado por caudillos provinciales

En Buenos Aires, Martín Rodríguez gobernó de 1820 a 1824, con Rivadavia como ministro de gobierno, implementando importantes reformas institucionales.

Rivadavia y los Intentos de Organización Nacional

Durante el gobierno de Martín Rodríguez, su ministro Bernardino Rivadavia implementó numerosas reformas modernizadoras en Buenos Aires:

• Fundó la Universidad de Buenos Aires
• Creó la Sociedad de Beneficencia
• Estableció el Banco de Descuento
• Contrató el empréstito Baring Brothers con Inglaterra
• Suprimió los Cabildos
• Estableció la Ley de Enfiteusis para las tierras públicas

En 1824 se reunió un Congreso General Constituyente para organizar el país. La Ley Fundamental del 23 de enero de 1825 establecía que el gobernador de Buenos Aires sería provisionalmente encargado del Poder Ejecutivo Nacional.

La Guerra con Brasil (1825-1828) por el control de la Banda Oriental precipitó la creación de un ejecutivo nacional fuerte. El 6 de febrero de 1826 se sancionó la Ley de Presidencia, resultando elegido Bernardino Rivadavia como primer presidente argentino.

Rivadavia impulsó medidas centralistas como la Ley de Capitalización que convertía a Buenos Aires en capital de la República. La Constitución de 1826, de carácter unitario, fue rechazada por las provincias federales.

El presidente firmó un tratado de paz con Brasil (que reconocía la independencia de la Banda Oriental), pero este acuerdo fue repudiado por considerarlo vergonzoso. Acosado por la crisis económica y el rechazo político, Rivadavia renunció en 1827.

Dorrego, Rosas y la Confederación Argentina

Tras la caída de Rivadavia, Manuel Dorrego asumió como gobernador de Buenos Aires. Con visión práctica, firmó la paz con Brasil que estableció la independencia de la República Oriental del Uruguay.

La firma de este tratado desató la furia de los unitarios y oficiales del ejército. El 1 de diciembre de 1828, el general Juan Lavalle se sublevó contra Dorrego, quien fue capturado y fusilado sin juicio el 13 de diciembre, episodio que agravó la guerra civil.

Este acontecimiento facilitó el ascenso de Juan Manuel de Rosas, quien derrotó a Lavalle y fue elegido gobernador de Buenos Aires en 1829. Durante su primer gobierno (1829-1832), Rosas recibió facultades extraordinarias que le permitieron controlar a la oposición. También dirigió la Campaña al Desierto en 1833, extendiendo la frontera sur.

En 1831, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos firmaron el Pacto Federal, que serviría como base de unidad nacional. Las provincias fueron adhiriendo a este pacto, formando así la Confederación Argentina.

Tras un breve interregno, Rosas asumió su segundo gobierno en 1835 con la Suma del Poder Público. Durante este período:

• Implementó una Ley de Aduanas proteccionista (1835)
• Enfrentó bloqueos internacionales $francés en 1838-1840 y anglo-francés en 1845-1850$
• Reprimió duramente a los opositores
• Resistió múltiples levantamientos internos

El símbolo de la resistencia contra las intervenciones extranjeras fue el Combate de la Vuelta de Obligado (20 de noviembre de 1845), donde fuerzas argentinas enfrentaron heroicamente a la flota anglo-francesa.

Caída de Rosas y Organización Constitucional

El 1 de mayo de 1851, el gobernador entrerriano Justo José de Urquiza lanzó su Pronunciamiento contra Rosas, reasumiendo el manejo de las relaciones exteriores de su provincia. Formó una alianza con Brasil y Uruguay, y avanzó con el "Ejército Grande" hacia Buenos Aires.

El 3 de febrero de 1852, Urquiza derrotó decisivamente a Rosas en la Batalla de Caseros. Rosas renunció a su cargo y se exilió en Inglaterra, terminando así un período de casi dos décadas de gobierno personalista.

Urquiza buscó inmediatamente organizar constitucionalmente el país. El 31 de mayo de 1852 firmó el Acuerdo de San Nicolás con los gobernadores provinciales, estableciendo:

• La vigencia del Pacto Federal de 1831
• La convocatoria a un Congreso Constituyente
• La creación de un Director Provisorio de la Confederación (cargo que ocupó Urquiza)
• La eliminación de las aduanas interiores

Sin embargo, Buenos Aires rechazó este acuerdo y se separó de la Confederación mediante la Revolución del 11 de septiembre de 1852, iniciando un período de división del país en dos estados:

• La Confederación Argentina con capital en Paraná
• El Estado de Buenos Aires, independiente

A pesar de esta división, el Congreso Constituyente reunido en Santa Fe sancionó la Constitución Nacional el 1 de mayo de 1853, estableciendo un sistema representativo, republicano y federal.

💡 La Constitución de 1853 se inspiró en gran medida en las ideas de Juan Bautista Alberdi, plasmadas en su obra "Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina".

La Confederación y el Estado de Buenos Aires

Entre 1853 y 1861, Argentina estuvo dividida en dos estados independientes con sistemas económicos y políticos diferentes:

La Confederación Argentina, presidida por Urquiza (1854-1860):

• Organizó instituciones nacionales y promulgó códigos
• Enfrentó graves dificultades financieras sin el puerto y la aduana de Buenos Aires
• Fundó numerosas colonias agrícolas con inmigrantes europeos
• Estableció el puerto de Rosario como alternativa comercial

El Estado de Buenos Aires:

• Se dio su propia constitución en 1854
• Prosperó económicamente gracias a su puerto y aduana
• Fue gobernado por políticos liberales como Valentín Alsina y Bartolomé Mitre

En 1859, la tensión entre ambos estados llevó a un enfrentamiento armado. El 23 de octubre, Urquiza derrotó a las fuerzas porteñas en la Batalla de Cepeda. Como consecuencia, se firmó el Pacto de San José de Flores por el cual Buenos Aires se reincorporaba a la Confederación pero con derecho a revisar la Constitución Nacional.

Una convención constituyente propuso modificaciones a la Constitución de 1853, que fueron aceptadas en 1860. Sin embargo, las tensiones persistieron durante la presidencia de Santiago Derqui (1860-1861).

Finalmente, el 17 de septiembre de 1861, las fuerzas de Buenos Aires comandadas por Mitre derrotaron a la Confederación en la Batalla de Pavón. Urquiza se retiró del campo de batalla, facilitando el triunfo porteño que significó el fin de la Confederación y el comienzo de la unificación nacional bajo el liderazgo de Buenos Aires.

Las Presidencias Liberales: Mitre y Sarmiento

Tras la Batalla de Pavón, se inició el período de organización nacional bajo hegemonía porteña. Bartolomé Mitre asumió como presidente en 1862, siendo el primer presidente de la Argentina unificada. Durante su mandato (1862-1868):

• Consolidó las instituciones nacionales
• Creó el Colegio Nacional de Buenos Aires y varios colegios en el interior
• Organizó la Corte Suprema de Justicia
• Sancionó el Código de Comercio
• Enfrentó las últimas resistencias de caudillos federales
• Dirigió la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay (1865-1870)

La Guerra del Paraguay fue el conflicto internacional más sangriento de la historia sudamericana. Argentina, Brasil y Uruguay formaron una alianza contra el gobierno de Francisco Solano López. Este conflicto fortaleció al ejército nacional argentino pero tuvo un alto costo humano y económico.

En 1868 asumió la presidencia Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874), quien impulsó fuertemente la modernización del país:

• Realizó el primer Censo Nacional (1869)
• Fundó la Escuela Naval y el Colegio Militar
• Creó más de 800 escuelas primarias
• Fundó la Escuela Normal de Paraná para formar maestros
• Impulsó la instalación del telégrafo
• Modernizó el sistema postal
• Apoyó el desarrollo científico con la Academia de Ciencias de Córdoba

Ambas presidencias contribuyeron decisivamente a consolidar un Estado nacional moderno, aunque todavía quedaban importantes desafíos por resolver.

Avellaneda y la Federalización de Buenos Aires

Nicolás Avellaneda gobernó entre 1874 y 1880, completando el período de organización nacional. Su candidatura fue apoyada por Sarmiento frente al mitrismo, lo que generó la Revolución de 1874 cuando Mitre se alzó en armas al considerarse perjudicado en las elecciones.

Durante su presidencia, Avellaneda enfrentó la grave crisis económica mundial de 1873 que afectó severamente las exportaciones argentinas. A pesar de estas dificultades, su gobierno logró importantes avances:

• Sancionó la Ley de Inmigración y Colonización (1876)
• Completó la Conquista del Desierto iniciada por Adolfo Alsina y continuada por Julio A. Roca
• Expandió significativamente el sistema ferroviario
• Promovió la educación pública
• Sancionó la Ley de Federalización de Buenos Aires (1880)

La Conquista del Desierto (1878-1885) permitió la incorporación efectiva de la Patagonia al territorio nacional, desplazando a las poblaciones indígenas y expandiendo la frontera productiva. Esta campaña militar consolidó definitivamente el dominio territorial del Estado argentino.

El último gran desafío fue la cuestión capital. La situación de Buenos Aires como capital provincial y sede del gobierno nacional generaba constantes conflictos. En 1880, la resistencia del gobernador Carlos Tejedor a la federalización provocó un enfrentamiento armado que terminó con la victoria del ejército nacional comandado por Julio A. Roca.

Finalmente, el 20 de septiembre de 1880 se sancionó la ley que declaraba a la ciudad de Buenos Aires Capital Federal de la República Argentina, cerrando así el ciclo de organización nacional e iniciando una nueva etapa en nuestra historia.