Sumeria: La cuna de la civilización mesopotámica
Mesopotamia se organizó en ciudades-estado independientes, donde cada ciudad se gobernaba a sí misma. La región fértil de la llanura producía excedentes alimentarios que intercambiaban con zonas periféricas para obtener materiales escasos como madera, metal y piedra, fundamentales para su desarrollo.
Desde el 3800 a.C., los sumerios vivían en ciudades gobernadas inicialmente por sacerdotes llamados ensi. Estos organizaban la vida social, dirigían ceremonias religiosas y administraban los recursos desde los templos. Con el tiempo, los jefes guerreros ganaron poder y establecieron dinastías, surgiendo los palacios como centros de gobierno. Las ciudades más importantes fueron Eridu, Ur, Uruk, Kish, Lagash, Nippur y Umma, que frecuentemente competían entre sí por recursos y rutas comerciales.
La economía sumeria se basaba principalmente en la agricultura. Cultivaban cereales, hortalizas, palmeras datileras y vid. También desarrollaron la ganadería, criando ganado bovino, ovino y caprino. Una parte de la producción sustentaba a los campesinos, mientras otra se entregaba como tributo al Estado, que lo redistribuía entre funcionarios y servidores.
🌟 Los sumerios inventaron la rueda, el arado y la vela, avances tecnológicos que revolucionaron el transporte, la agricultura y el comercio.
El comercio era controlado por templos y palacios que organizaban expediciones para obtener materias primas escasas en la región. Estas rutas conectaban la Baja Mesopotamia con lugares tan lejanos como Egipto o Anatolia. También existía una importante producción artesanal en talleres que elaboraban armas, joyas y vestimentas para los funcionarios o para intercambiar con el exterior.