El radicalismo y los conflictos sociales
El radicalismo favoreció principalmente a los sectores medios a través de medidas como la expansión del empleo público. Esto benefició especialmente a profesionales y a hijos de inmigrantes en las ciudades, pero generó disconformidad en otros grupos sociales que no se sentían representados por estas políticas.
Los trabajadores expresaron su descontento en varios episodios históricos. En enero de 1919, los obreros de los Talleres Metalúrgicos Vasena organizaron una gran huelga que se extendió por toda la Capital Federal, reclamando la jornada laboral de ocho horas y el pago de horas extra. La brutal represión del gobierno, que envió a la policía y al ejército, provocó días de enfrentamientos conocidos como la Semana Trágica.
Otro conflicto importante ocurrió en 1921-1922 en Río Gallegos, donde se organizaron huelgas obreras que reclamaban mejoras salariales y en las condiciones de vida. Estos sucesos, narrados por Osvaldo Bayer en "La Patagonia rebelde", terminaron con la represión militar y el fusilamiento de muchos trabajadores.
La Primera Guerra Mundial, aunque Argentina se mantuvo neutral, desestabilizó la economía del país al interrumpir los circuitos de exportación e importación. Esto causó desempleo en sectores vinculados a la economía agroexportadora.
¡Importante! En la década de 1920, el radicalismo se dividió en dos grupos: los personalistas (seguidores de Yrigoyen) y los antipersonalistas (seguidores de Alvear), lo que evidenció las tensiones internas en un partido que había unificado tendencias diversas para ganar las elecciones de 1916.