La Forma de la Tierra y Sus Primeras Evidencias
¿Alguna vez te preguntaste cómo sabemos que la Tierra es redonda? Las antiguas culturas creían que era plana, lo que planteaba problemas: o se extendía infinitamente o tenía bordes (¿y qué habría más allá?). Por suerte, varias observaciones cotidianas contradecían esta idea.
Cuando un barco se aleja en el horizonte, desaparece gradualmente de abajo hacia arriba, hundiéndose primero el casco y luego el mástil. Este fenómeno solo puede explicarse si la superficie terrestre es curva. Además, durante los eclipses lunares, la sombra que la Tierra proyecta sobre la Luna siempre es circular, otra evidencia de su esfericidad.
Eratóstenes realizó un experimento brillante en el siglo III a.C. Notó que en la ciudad de Syene (actual Asuán), el sol iluminaba verticalmente el fondo de un pozo el 21 de junio, mientras que en Alejandría, a la misma hora, los rayos formaban un ángulo. Midiendo este ángulo y la distancia entre ambas ciudades, calculó la circunferencia terrestre con asombrosa precisión.
💡 ¡Dato interesante! Aunque muchos creen que la gente de la Edad Media pensaba que la Tierra era plana, en realidad la mayoría de los eruditos antiguos y medievales ya aceptaban su esfericidad basándose en observaciones como las mencionadas.
Los movimientos fundamentales de la Tierra incluyen la rotación (giro sobre su propio eje en 23 horas, 56 minutos y 4 segundos), que causa la alternancia del día y la noche y el achatamiento de los polos. Este movimiento sucede de oeste a este, contrario a lo que parece cuando observamos el "movimiento" del Sol.