El caso del Sáhara Occidental

¿Sabías que existe un territorio en disputa que lleva más de 45 años esperando su independencia? El Sáhara Occidental, una antigua colonia española rica en fosfatos y recursos pesqueros, es uno de los grandes conflictos olvidados del mundo.

En 2020, dos acontecimientos importantes volvieron a poner este territorio en el centro de atención: Marruecos entró con fuerzas militares a una zona desmilitarizada, reavivando tensiones con el Frente Polisario (grupo que lucha por la independencia), y el presidente estadounidense Donald Trump reconoció oficialmente la soberanía marroquí sobre el territorio.

💡 Aunque parece solo un desierto, el Sáhara Occidental posee valiosas reservas de fosfato (usado como fertilizante) y una de las zonas marinas con mayor diversidad de peces del planeta.

Los reclamos sobre este territorio tienen raíces históricas profundas. España colonizó la región en 1884, convirtiéndola en el "Sáhara español". Para 1965, la ONU ya pedía su descolonización, pero Marruecos afirmaba que el territorio le pertenecía históricamente. En 1973, los propios habitantes (saharauis) formaron el Frente Polisario para luchar por su independencia.

La situación cambió drásticamente en 1975 cuando España se retiró sin realizar el referendo prometido. Aprovechando este vacío, Marruecos anexó el territorio e impulsó la famosa "Marcha Verde", donde 350.000 marroquíes cruzaron al Sáhara Occidental para reclamar el territorio como propio.

La lucha por el Sáhara Occidental

Tras la anexión marroquí, el Frente Polisario declaró la independencia del territorio en 1976, creando la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Esta organización recibió apoyo de países como Argelia y comenzó una guerra de guerrillas contra Marruecos que se extendería por 16 años.

Para defenderse de los ataques del Frente Polisario, Marruecos construyó enormes muros en el desierto durante los años 80. Estos muros, además de arena, incluían alambre de púas, trincheras y minas, con el objetivo de mantener alejados a los combatientes saharauis.

El conflicto armado terminó en 1991 gracias a una tregua negociada por la ONU. El acuerdo incluía la realización de un referendo para que los saharauis decidieran su futuro, pero este nunca se realizó.

🔍 La ONU creó una misión especial llamada MINURSO en 1991 para organizar un referendo, pero Marruecos lo complicó inscribiendo a sus propios ciudadanos como saharauis para manipular el resultado, y finalmente se opuso directamente a su realización.

Hasta hoy, las posiciones siguen siendo incompatibles: Marruecos solo acepta que el Sáhara sea parte de su territorio con cierta autonomía, mientras que el Frente Polisario exige un referendo de autodeterminación para que el pueblo saharaui decida libremente su destino.

Actualmente, la República Árabe Saharaui Democrática es reconocida por más de 80 países y es miembro de la Unión Africana. Sin embargo, la ONU no la reconoce como un país independiente, aunque sí considera al Sáhara Occidental como un territorio no autogobernado con derecho a decidir su futuro.

El Apartheid en Sudáfrica

¿Te imaginas vivir en un país donde el color de tu piel determina todos tus derechos? El apartheid fue exactamente eso: un sistema de discriminación legal que existió en Sudáfrica, donde las leyes separaban y clasificaban a las personas según su raza, dando privilegios a los blancos y quitando derechos básicos a los negros y otras etnias.

Este sistema prohibía a las personas de diferentes razas casarse, tener relaciones, vivir en los mismos barrios o ir a las mismas escuelas. Los negros no podían votar ni participar políticamente, y la policía hacía cumplir estas leyes con extrema dureza.

Lo más impactante es que los blancos representaban solo el 21% de la población, pero controlaban todos los derechos y privilegios del país.

💡 La palabra "apartheid" significa "separación" en afrikáans, el idioma de los descendientes de colonos holandeses en Sudáfrica.

¿Cómo empezó todo esto? En 1660, colonos neerlandeses llamados Boers llegaron a Ciudad del Cabo. Estos colonos debían producir alimentos para los barcos de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, y tenían una visión racista donde consideraban "salvajes" a los pueblos nativos, obligándolos a trabajar a la fuerza.

Con el tiempo, los británicos tomaron control de la región, y sus diferencias con los Boers (que luego se llamarían afrikáners) fueron creciendo. Los británicos abolieron la esclavitud en 1834, lo que enfureció a los afrikáners, que dependían de este sistema. Miles de ellos emigraron al norte en el "Gran Trek", fundando sus propios estados independientes.

Conflictos y origen del Apartheid

El descubrimiento de diamantes y oro en 1867 en territorios controlados por los boers cambió para siempre el destino de Sudáfrica. Inglaterra, ansiosa por controlar estos valiosos recursos, propuso formar una federación que uniera sus colonias con los estados boers, pero estos se negaron rotundamente.

Esta tensión desembocó en una guerra entre 1899 y 1902. Aunque los afrikáners lucharon usando tácticas de guerrilla, los británicos finalmente tomaron las principales ciudades y, según el tratado de Vereeniging, el Transvaal y el Estado Libre de Orange pasaron a ser colonias británicas.

Para 1910, Inglaterra creó la Unión Sudafricana, uniendo todas sus colonias en la región. Esta unión ganó autonomía legislativa en 1931, aunque seguía siendo parte del Imperio británico.

⚠️ La necesidad de controlar a los trabajadores negros para explotar el oro y los diamantes fue lo que llevó a crear un sistema cada vez más racista.

Desde inicios del siglo XIX, ya existían leyes que controlaban a los trabajadores negros. En 1843, la ley Master and Servant Act convirtió en crimen el abandonar un contrato de trabajo. Los trabajadores negros e inmigrantes (de India, China y países africanos vecinos) eran contratados con condiciones muy restrictivas: no podían llevar a sus familias y si perdían el empleo debían volver a sus países.

El apartheid se legalizó oficialmente en 1923 con la Ley de Áreas Urbanas, que establecía la separación entre blancos y negros en las ciudades. Los negros de zonas rurales no podían mudarse a la ciudad sin un permiso de trabajo temporal.

Tras la Segunda Guerra Mundial, cuando el Partido Nacionalista ganó las elecciones en 1948, el apartheid se implementó de forma sistemática, con leyes que negaban derechos y limitaban severamente a las personas no blancas.

El control racial y el fin del Apartheid

Las leyes del apartheid regulaban hasta los aspectos más íntimos de la vida. La Ley de Prohibición de Matrimonios Mixtos (1949) y la Ley de Inmoralidad (1950) prohibían las relaciones entre personas de diferentes razas. Además, la Ley de conciliación industrial (1965) legalizaba la reserva de trabajos para los blancos, excluyendo a los africanos de las negociaciones salariales.

El gobierno sudafricano utilizó el censo racial de 1950 para controlar dónde podía vivir cada raza. Millones de personas negras fueron forzadas a abandonar sus hogares y trasladadas a zonas asignadas por el Estado. A esto se le llamó el "Gran Apartheid", creando una separación geográfica donde la actividad económica y la riqueza se concentraban en zonas blancas, mientras la pobreza y los problemas sociales se acumulaban en áreas negras.

💡 El apartheid pudo establecerse porque en los años 40-60, la atención mundial estaba enfocada en otros conflictos, especialmente la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

En 1961, Sudáfrica se convirtió en una república independiente, pero el sistema de apartheid se mantuvo igual o incluso se endureció. Sin embargo, en la década de 1980, la presión internacional comenzó a intensificarse. Países de todo el mundo impusieron sanciones económicas para forzar al gobierno sudafricano a cambiar sus políticas racistas.

Al terminar la Guerra Fría, Sudáfrica perdió su importancia como "barrera contra el comunismo" y se vio obligada a modificar su sistema interno. En 1989, Frederik De Klerk reemplazó a Botha como presidente e inició el desmantelamiento del apartheid: legalizó partidos prohibidos como el Congreso Nacional Africano (CNA), liberó a Nelson Mandela después de 27 años de prisión, y comenzó a eliminar las leyes racistas una a una.

El fin del Apartheid y el caso de Timor Oriental

El cambio definitivo llegó en 1993, cuando una votación entre los blancos aprobó dar derecho al voto a los negros. En 1994, se celebraron las primeras elecciones democráticas donde todas las razas podían participar. Nelson Mandela ganó por mayoría absoluta y se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, marcando el fin oficial del apartheid y la reintegración del país a la comunidad internacional.

Este triunfo de la igualdad y la democracia en Sudáfrica representa uno de los grandes cambios políticos pacíficos del siglo XX, demostrando que incluso los sistemas más injustos pueden ser transformados.

💡 La Comisión de la Verdad y la Reconciliación, creada por Mandela, permitió a víctimas y victimarios contar su verdad, promoviendo la sanación nacional en lugar de la venganza.

El caso de Timor Oriental

¿Sabías que existe un país que tuvo que esperar 27 años para conseguir su independencia? Timor Oriental tiene una historia fascinante de resistencia y perseverancia.

La isla de Timor estaba dividida en dos partes: la oriental fue colonia portuguesa desde 1514 hasta 1974, mientras la occidental pasó de ser colonia holandesa a formar parte de Indonesia en 1945.

Cuando Portugal abandonó su colonia en 1974, estalló una guerra civil en Timor Oriental entre quienes querían la independencia y quienes preferían integrarse a Indonesia. El 28 de noviembre de 1975, los timorenses declararon su independencia formando un gobierno marxista, pero un mes después, Indonesia invadió y anexó el territorio como su provincia número 27.

La ONU nunca reconoció esta anexión y exigió la retirada de Indonesia. A pesar de la ocupación durante 24 años, los timorenses nunca abandonaron su lucha por la libertad.

Timor Oriental y Sudán del Sur

Finalmente, en 1999, Indonesia y Portugal acordaron realizar una consulta popular. En agosto de ese año, casi el 80% de la población votó por la independencia, rechazando seguir siendo parte de Indonesia. La ONU creó una Administración Transitoria para preparar al país para su independencia, que finalmente llegó el 20 de mayo de 2002, aunque oficialmente reconocen como fecha de independencia el 28 de noviembre de 1975.

La historia de Timor Oriental nos muestra que la voluntad de un pueblo puede prevalecer incluso frente a décadas de ocupación extranjera.

⚠️ Aunque Timor Oriental consiguió su independencia, tuvo que enfrentar numerosos desafíos como la pobreza, la reconstrucción post-conflicto y el desarrollo de instituciones democráticas desde cero.

El caso de Sudán del Sur

Sudán del Sur es el país más joven del mundo y enfrenta una de las crisis más graves de África. Con 12 millones de habitantes, depende completamente de la ayuda internacional para sobrevivir, recibiendo miles de millones en asistencia anual, pero aun así sigue en una situación extremadamente difícil.

El gobierno gasta el 60% de su presupuesto en seguridad, mientras solo dedica el 2,3% a la salud. La violencia y la pobreza han obligado a 2,5 millones de personas a huir del país, generando la mayor crisis de refugiados de África y la tercera más grande del mundo, después de Siria y Afganistán.

La historia de Sudán del Sur comenzó en 1956, cuando Sudán se independizó del dominio anglo-egipcio. En 1975, estalló una guerra civil muy violenta porque el gobierno del norte (árabe e islámico) quería imponer su cultura a las poblaciones cristianas o con religiones africanas tradicionales del sur, a quienes además negaba acceso a recursos y beneficios sociales.

Sudán del Sur: de la esperanza a la crisis

En 2005, el Acuerdo Amplio de Paz intentó poner fin a la guerra civil entre el norte y sur de Sudán. Se formó un gobierno de unidad con Omar (del norte) como presidente y Garang (del sur, líder del ELPS) como vicepresidente.

El plan original era crear un período de transición, supervisado internacionalmente, que llevaría a una votación popular sobre la independencia del sur. Garang quería mantener un Sudán unido pero reformado, con mayor desarrollo e igualdad para el sur.

Sin embargo, Garang murió en un accidente de avión menos de un mes después de asumir el cargo. Lo reemplazó Salva, quien a diferencia de su predecesor, sí quería la independencia del sur.

💡 El 9 de julio de 2011 es una fecha histórica: Sudán del Sur se convirtió oficialmente en el país más joven del mundo tras décadas de lucha.

Con el apoyo mayoritario del pueblo dinka (el grupo étnico más numeroso), Salva logró que en julio de 2011 se realizara la votación donde la mayoría eligió la independencia. El 9 de julio de 2011, se declaró oficialmente la independencia de Sudán del Sur, un momento que el 90% de la población celebró después de años de lucha.

Salva se convirtió en presidente y nombró como vicepresidente a Machar, un importante líder de la etnia nuer (la segunda más grande después de los dinka). Machar era una figura controversial que había cambiado de bando varias veces durante los años de conflicto. Su objetivo político era dar más poder a los nuer, ya que sentía que Salva y los dinka controlaban casi todo el gobierno.

Pronto surgieron problemas. En 2012, Sudán y Sudán del Sur se enfrentaron por Heglig, una zona fronteriza rica en petróleo. Aunque firmaron un acuerdo de paz en septiembre, la situación quedó muy tensa y desencadenó una grave crisis económica en Sudán del Sur, que no podía exportar su petróleo.

Sudán del Sur y Cachemira: conflictos sin resolver

Las relaciones entre el presidente Salva (dinka) y el vicepresidente Machar (nuer) empeoraron rápidamente. En julio de 2013, Salva expulsó a Machar del gobierno, acusándolo de planear un golpe de Estado. Machar huyó de la capital y organizó sus tropas para enfrentarse a Salva, iniciando una nueva guerra civil.

El conflicto enfrentó al Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) de Salva contra el Ejército Popular de Liberación de Sudán en la oposición $SPLA/IO$ de Machar. La guerra causó tal destrucción que el país no pudo seguir produciendo petróleo, su principal fuente de ingresos.

⚠️ La crisis fue tan grave que el ejército, al no poder pagar sueldos a sus soldados, les dio permiso para saquear pueblos, campamentos de desplazados y hasta convoyes de ayuda humanitaria.

Tras dos años de guerra, la comunidad internacional intervino. En agosto de 2015, Salva y Machar firmaron un acuerdo de paz que incluía el regreso de Machar como vicepresidente y la preparación de elecciones para 2018. Pero la paz duró poco. El 8 de julio de 2016, justo antes del quinto aniversario de la independencia, las escoltas de ambos líderes se enfrentaron, dejando 273 muertos. Machar abandonó nuevamente el país y Sudán del Sur volvió a la guerra.

Situación de Cachemira

India y Pakistán llevan más de 70 años disputándose Cachemira, un conflicto especialmente peligroso porque ambos países poseen armas nucleares. El problema surgió durante la descolonización británica, cuando no se resolvió claramente a quién pertenecía este territorio.

En 1947, India y Pakistán se independizaron del Reino Unido en un proceso extremadamente violento: murieron cientos de miles de personas y 12 millones tuvieron que abandonar sus hogares. El conflicto tenía un fuerte componente religioso: el Partido del Congreso Indio representaba a los nacionalistas hindúes, mientras la Liga Musulmana defendía a la minoría musulmana que temía ser marginada.

El conflicto de Cachemira

Al independizarse, la ley establecía que Cachemira podía elegir si quería pertenecer a India o Pakistán. El gobernante local, Hari Singh, optó por unirse a India, decisión que enfureció a Pakistán y desencadenó la primera guerra indo-paquistaní.

Tras esta guerra, Cachemira quedó dividida en tres partes: una controlada por India, otra por Pakistán y una pequeña zona al noreste en manos de China. India concedió cierta autonomía a su parte de Cachemira en su nueva Constitución, pero en 1965 comenzó a reducirla, provocando tensiones que llevaron a una segunda guerra con Pakistán.

💡 La Línea de Control establecida en 1972 sigue siendo una de las fronteras más militarizadas del mundo, con soldados de ambos países vigilando constantemente.

En 1971 ocurrió un hecho crucial: Pakistán Oriental (hoy Bangladesh) se rebeló contra el gobierno central con ayuda de India. Pakistán interpretó esto como una agresión directa, lo que provocó la tercera guerra indo-paquistaní.

Tras este conflicto, en 1972 se firmó el Acuerdo de Simla, donde ambos países se comprometieron a resolver sus diferencias pacíficamente y establecieron la Línea de Control, una frontera militar no oficial que divide Cachemira.

Pero la paz no duró. En 1999, 400 soldados paquistaníes incursionaron en la Cachemira controlada por India, provocando ataques aéreos indios que mataron a 170 paquistaníes. Entre 2000 y 2001, el conflicto se intensificó y cobró unas 7.000 vidas.

Aunque en 2003 ambos países intentaron normalizar relaciones, declarando un alto el fuego y restableciendo lazos diplomáticos, la llegada del primer ministro indio Narendra Modi en 2014 endureció la posición de India hacia Pakistán.