Presidentes de facto y consecuencias del golpe
La conducción del gobierno militar pasó por varias manos en poco tiempo. Primero asumió el General Arturo Rawson, quien duró solo dos días en el poder. Le sucedió el General Pedro Pablo Ramírez junio1943−febrero1944 y finalmente Edelmiro Julián Farrel, quien sería el último presidente de facto antes del retorno a la democracia.
Los objetivos del golpe eran múltiples: terminar con el fraude electoral, impedir el triunfo de la Unión Democrática y reorganizar tanto el Estado como el orden social según los intereses del GOU. Este régimen contó con el respaldo de diversos sectores, principalmente las Fuerzas Armadas, pero también de grupos conservadores preocupados por la situación política y económica, y de sectores nacionalistas que buscaban un cambio en el rumbo del país.
Las consecuencias de este periodo fueron profundas y duraderas. La más notable fue el ascenso de Juan Domingo Perón a la presidencia en 1946, lo que marcó el inicio del peronismo como movimiento político dominante. El régimen fraudulento que había caracterizado a la política argentina comenzó a desmantelarse, dando paso a un Estado con mayor intervención en asuntos económicos y sociales.
🔍 Punto clave: La reforma laboral impulsada por Perón durante este periodo otorgó derechos fundamentales a los trabajadores argentinos, transformando radicalmente las relaciones laborales y sentando las bases del movimiento obrero organizado que conocemos hoy.