Vitaminas Liposolubles
Las vitaminas liposolubles son aquellas que se disuelven en grasas y aceites, permitiendo su almacenamiento en el hígado y tejidos grasos del cuerpo. Es importante saber que consumirlas en exceso puede resultar tóxico para el organismo.
La vitamina A (retinol) funciona como antioxidante protegiendo el ADN de acciones mutágenas, frenando el envejecimiento celular. Interviene en la formación de piel, mucosas, dientes y huesos, además de participar en la elaboración de enzimas hepáticas y mejorar el funcionamiento de la retina.
La vitamina D (calciferol) proporciona energía al intestino para absorber nutrientes como calcio y proteínas. Es esencial para la formación y protección de huesos y dientes, y a diferencia de otras vitaminas, nuestro cuerpo puede producirla mediante la exposición al sol. Su deficiencia puede causar malformaciones óseas y caries dental en niños.
La vitamina E (tocoferol) participa en la formación de glóbulos rojos, músculos y tejidos diversos. Es necesaria para la formación de hormonas sexuales masculinas y funciona como un potente antioxidante, protegiendo las células del envejecimiento y deterioro. Fortalece el sistema circulatorio y la piel.
¿Sabías que? Aunque casi todas las vitaminas deben obtenerse a través de la alimentación, la vitamina D es la única que nuestro cuerpo puede producir naturalmente al exponerse a la luz solar.
La vitamina K (fitomenadiona) funciona como coenzima en diferentes reacciones metabólicas y forma parte de la protrombina, proteína fundamental para la coagulación sanguínea. Se encuentra en vegetales de hoja verde (K1), derivados de pescado (K2) y puede ser producida por la flora bacteriana intestinal (K3).