Darwin y su Viaje de Descubrimiento
El viaje de Charles Darwin en el HMS Beagle transformó completamente su visión del mundo natural. Durante cinco años, este joven de apenas 22 años recorrió diversos lugares y realizó observaciones que cambiarían la ciencia para siempre.
En Argentina, Darwin encontró fósiles de mamíferos extintos sorprendentemente similares a especies actuales de la misma región. Observó el ñandú y el choique, aves parecidas pero con distribuciones geográficas separadas. Estas observaciones le hicieron cuestionar: ¿por qué existirían especies tan similares en áreas cercanas si fueron creadas independientemente?
Los famosos pinzones de las Galápagos resultaron cruciales para su teoría. Darwin notó que estas aves tenían picos adaptados a diferentes alimentos, pero todas parecían derivar de una especie continental. Esto le sugirió que podían haber evolucionado de un ancestro común, adaptándose a distintos nichos ecológicos.
💡 Cuando Darwin partió en el Beagle, aún creía en la creación divina de las especies. ¡Fue la evidencia lo que cambió su pensamiento, no ideas preconcebidas!
La Selección Natural según Darwin
Darwin desarrolló su teoría tras años de reflexión y experimentación. La lectura del ensayo de Thomas Malthus sobre población humana le dio una perspectiva crucial: si las poblaciones crecen más rápido que los recursos disponibles, debe existir una competencia por la supervivencia.
Trabajando con palomas, Darwin observó cómo los criadores practicaban la selección artificial para obtener características deseadas. Esto le inspiró a proponer que en la naturaleza ocurre algo similar: el ambiente "selecciona" a los individuos mejor adaptados, que sobreviven y se reproducen más que otros.
A diferencia de Lamarck, Darwin propuso que el ambiente no causa los cambios, sino que selecciona variaciones ya existentes. La selección natural funciona sobre la variabilidad presente en las poblaciones, favoreciendo rasgos que resultan ventajosos en un ambiente específico.