Nuestros ancestros más remotos
Los primeros antecesores que caminaban erguidos fueron los Australopithecus, siendo Lucy (una Australopithecus afarensis) el ejemplo más famoso. Este cambio a la postura bípeda fue crucial, ya que liberó nuestras manos para usar herramientas.
El fósil más antiguo atribuido a nuestro género data de hace 2,8 millones de años. Sin embargo, es interesante que se han encontrado herramientas de piedra de hace 3,3 millones de años, lo que sugiere que otros homínidos ya las utilizaban antes de la aparición del género Homo.
El uso del fuego fue otro hito revolucionario en nuestra evolución. Aunque hay debate sobre cuándo comenzaron a utilizarlo nuestros antepasados (entre 1,8 millones y 800.000 años atrás), este descubrimiento cambió todo. Cocinar los alimentos nos permitió obtener más nutrientes, lo que contribuyó al desarrollo de nuestro cerebro y a manos más precisas.