Clasificación de la deshidratación
Según la concentración de electrólitos y sodio en sangre, la deshidratación puede ser:
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Isotónica: Ocurre cuando se pierden cantidades similares de sodio y agua. El sodio plasmático está entre 130-150 mEq/L. El volumen extracelular disminuye, pero el intracelular se mantiene.
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Hipertónica: Se pierde más agua que sodio, con niveles de sodio >150 mEq/L. El agua extravascular se desplaza al espacio intravascular. El volumen extracelular está muy disminuido, mientras que el intracelular aumenta.
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Hipotónica: Se pierde más sodio que agua, con sodio <130 mEq/L. El agua intravascular se mueve hacia el espacio extravascular. Ambos volúmenes (intra y extracelular) disminuyen.
Según la gravedad (porcentaje de pérdida de peso), la deshidratación puede ser:
- Leve: 3-5% de pérdida deˊficitde30−50ml/kg
- Moderada: 5-9% de pérdida deˊficitde50−90ml/kg
- Grave: >9% de pérdida deˊficit>90−100ml/kg
💡 ¡Dato importante! En la deshidratación hipotónica, el compartimiento intersticial es el más deshidratado mientras que el celular se sobrehidrata, generando un desequilibrio que puede ser peligroso.
Las principales causas incluyen diarrea, vómitos, sudoración excesiva, micción aumentada, fiebre y consumo insuficiente de líquidos. Las pérdidas pueden ser gastrointestinales, renales, a través de la piel o por pérdidas al tercer espacio.
El cuadro clínico varía según la gravedad. En casos leves hay sed moderada y orina concentrada. En la deshidratación moderada aparecen oliguria, mucosas secas, ojos hundidos, debilidad y mareos. La deshidratación grave se caracteriza por taquicardia (o bradicardia), extremidades frías, hipotensión marcada, confusión y disminución de la turgencia cutánea.