Relieves y sus tipos
¿Alguna vez te preguntaste por qué hay montañas en algunos lugares y llanuras en otros? El relieve es simplemente la forma que tiene la superficie de la Tierra. Podemos dividirlo en dos grandes grupos según su ubicación.
Los relieves emergidos están por encima del nivel del mar y son los que podemos ver a simple vista. Entre ellos están las imponentes montañas, los valles que se forman entre ellas, las mesetas (terrenos altos y planos), las llanuras (terrenos planos y bajos) y las costas donde la tierra se encuentra con el mar.
Los relieves sumergidos están bajo el agua. Incluyen la plataforma continental (zona poco profunda cerca de la costa), el talud continental (pendiente que desciende hacia lo profundo), las fosas oceánicas (grietas muy profundas) y las dorsales oceánicas, que son como cadenas montañosas submarinas.
💡 ¡Dato interesante! La fosa oceánica más profunda es la Fosa de las Marianas en el Océano Pacífico, con casi 11 km de profundidad. ¡Podrías sumergir el monte Everest allí y aún quedaría espacio!
Todos estos relieves se forman y transforman por dos tipos de procesos: los internos (como movimientos de placas, volcanes y terremotos) que vienen desde dentro de la Tierra, y los externos (como la erosión por agua y viento) que actúan en la superficie.
La estructura interna de la Tierra, conocida como geósfera, se organiza en capas: la corteza (capa externa sólida), la astenosfera (capa semisólida), el manto (capas de magma) y el núcleo (con partes líquidas y sólidas).