Fuerzas y movimientos
Cuando vemos moverse un objeto, podemos deducir qué fuerzas actúan sobre él gracias a las leyes de Newton. ¿Cómo se relacionan esas fuerzas con los diferentes tipos de movimientos?
Según la primera ley de Newton, si un objeto cambia su velocidad o dirección, debe haber una fuerza actuando sobre él. Por ejemplo, cuando un futbolista golpea un balón, este cambia bruscamente de dirección y velocidad debido a la fuerza del impacto.
También sabemos que un balón rodando por el césped eventualmente se detiene aunque nadie lo toque. Esto se debe a la fuerza de rozamiento con el suelo, que va frenándolo poco a poco.
En un movimiento rectilíneo uniforme (MRU), la velocidad es constante. Según la segunda ley de Newton, esto significa que la suma de todas las fuerzas debe ser cero:
ΣF = 0
Por ejemplo, cuando un auto viaja a velocidad constante por una carretera, la fuerza del motor exactamente compensa la resistencia del aire y el rozamiento.
En un movimiento rectilíneo uniformemente acelerado (MRUA), la aceleración es constante. Según la segunda ley, esto significa que la fuerza neta también debe ser constante:
ΣF = m·a = constante
💡 Aplicación cotidiana: Cuando un libro está en reposo sobre una mesa, hay dos fuerzas actuando sobre él: el peso que lo empuja hacia abajo y la fuerza normal que ejerce la mesa hacia arriba. Como el libro no se mueve, estas fuerzas deben ser exactamente iguales y opuestas, resultando en una fuerza neta de cero.
Los principios de la dinámica nos permiten predecir cómo se moverá un cuerpo al aplicarle determinadas fuerzas, o deducir qué fuerzas actúan sobre él observando su movimiento. ¡Son herramientas fundamentales para entender el mundo físico!