Ley de Hess y Segundo Principio
La Ley de Hess establece que "en una transformación química a presión constante, la cantidad de calor absorbida o desprendida está determinada únicamente por las sustancias iniciales y finales, independientemente de los pasos intermedios".
Esta ley permite calcular el valor calórico de los alimentos sumando las energías de las reacciones individuales que ocurren durante el metabolismo. Por ejemplo, podemos determinar cuánta energía obtendremos de una proteína sin necesidad de conocer cada paso intermedio.
El Segundo Principio de la Termodinámica afirma que es imposible obtener un proceso cíclico cuyo único efecto sea transformar calor en trabajo. Esto explica por qué los procesos biológicos no son 100% eficientes.
Este principio introduce el concepto de máquina térmica: para completar un ciclo, un sistema debe absorber calor de una fuente caliente y ceder parte de ese calor a una fuente fría. En los procesos reales, siempre hay disipación de energía, relacionada con el aumento de entropía.
¡Aplicación práctica! Tu cuerpo funciona como una máquina térmica: convierte la energía química de los alimentos en trabajo muscular, pero inevitablemente pierde parte de esa energía como calor.