Fundamentos de hidrostática y propiedades de los fluidos
El sistema circulatorio humano es una compleja red de conductos (arterias, venas y capilares) que transportan sangre impulsada por el corazón. La sangre ejerce presión sobre las paredes de estos vasos, cuya elasticidad permite el flujo a través de todo el organismo. En los humanos, existe un sistema circulatorio doble la circulación pulmonar que lleva sangre desoxigenada a los pulmones, y la circulación sistémica que distribuye sangre oxigenada a los tejidos.
Para entender este sistema, es necesario conocer propiedades físicas básicas como la densidad, que se define como la relación entre masa y volumen δ=m/V. En términos prácticos, la densidad nos indica cuánta materia hay en un determinado espacio. Por ejemplo, la densidad del agua es 1 g/cm³, mientras que la del cuerpo humano es aproximadamente 0,95 kg/dm³, lo que explica por qué flotamos ligeramente en el agua.
Otra propiedad importante es el peso específico, que representa el peso por unidad de volumen Pe=P/V. Este valor nos dice cuánto pesa un centímetro cúbico de un material determinado. Existe una relación directa entre peso específico y densidad Pe = δ·g, donde g es la aceleración de la gravedad.
💡 ¡Dato interesante! El cuerpo humano es ligeramente menos denso que el agua, lo que explica por qué podemos flotar. Esta diferencia de densidad es crucial para comprender fenómenos como la flotabilidad en las terapias acuáticas.