Tejido Nervioso: Células Gliales
El tejido nervioso está compuesto por neuronas y células gliales, y se encarga de recibir, procesar y transmitir información en forma de impulsos eléctricos. Entre sus funciones están detectar estímulos internos y externos, coordinar respuestas, regular funciones automáticas y facilitar el aprendizaje y la memoria.
Las células gliales, aunque no generan impulsos nerviosos, son fundamentales para el funcionamiento del sistema nervioso. En el Sistema Nervioso Central encontramos varios tipos: astrocitos (regulan flujo sanguíneo y forman la barrera hematoencefálica), oligodendrocitos (producen mielina), microglía (defensa inmunológica) y células ependimarias (producen líquido cefalorraquídeo).
En el Sistema Nervioso Periférico existen las células de Schwann (forman mielina en nervios periféricos) y las células satélite (regulan el entorno químico en los ganglios nerviosos). Cada tipo de célula glial cumple funciones específicas que permiten el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
🔍 Aunque las neuronas reciben toda la atención, las células gliales representan aproximadamente el 90% de las células del cerebro y son esenciales para su funcionamiento.
Las células gliales no solo brindan soporte, sino que también participan activamente en la comunicación neuronal, la reparación de tejidos dañados y la protección contra agentes externos. Su estudio ha revolucionado nuestra comprensión del cerebro en los últimos años.