Del peligro a la modernidad
La Edad Media marcó un período oscuro en la historia del maquillaje. Aunque las prácticas cosméticas se habían extendido por toda Europa, muchas resultaban extremadamente peligrosas. El uso de materiales tóxicos como el plomo para pintar párpados, una técnica heredada de civilizaciones anteriores, podía causar parálisis. Las mujeres que empolvaban su rostro para lograr la palidez, considerada ideal de belleza en la época, arriesgaban su salud.
El panorama cambió radicalmente después del descubrimiento de América en el siglo XV. Los nuevos materiales encontrados permitieron elaborar productos cosméticos menos tóxicos. Durante los siglos XVII y XVIII, las cortes inglesas y francesas vivieron una verdadera euforia por el maquillaje. Surgieron las primeras pinturas de labios, elaboradas con extracto de uva negra, aunque inicialmente las mujeres de clase alta evitaban usarlas por su mala reputación.
El siglo XX marcó la época de esplendor de la cosmética. La industria química desarrolló productos eficaces y seguros, y el maquillaje se centró principalmente en las mujeres. Aparecieron lápices labiales, delineadores, rímel y una gran variedad de productos disponibles en tiendas, junto con la creación de numerosas marcas cosméticas.
🎬 Impacto cultural: El cine ha sido fundamental en la evolución del maquillaje moderno. Las espectadoras querían imitar la belleza de las actrices, impulsando la popularidad de los cosméticos. Hoy, los premios cinematográficos más prestigiosos incluso reconocen categorías para el mejor maquillaje, demostrando su importancia artística.