Los Aztecas: el poderoso imperio del centro de México
En 1325, los aztecas fundaron Tenochtitlán en una isla del lago Texcoco, en el Valle de México. Esta impresionante ciudad se convirtió en el centro de un poderoso imperio que se expandió mediante conquistas militares, exigiendo tributos a los pueblos dominados.
La sociedad azteca estaba gobernada por el Tlatoani, elegido por un consejo de nobles, y se organizaba en clanes llamados calpullis. La pirámide social colocaba en la cima al Huey Tlatoani, nobles y sacerdotes, seguidos por comerciantes, artesanos, campesinos y esclavos en la base.
Los aztecas desarrollaron un ingenioso sistema agrícola utilizando chinampas, islas artificiales flotantes sobre lagos que proporcionaban suelos extremadamente fértiles. Su religión era politeísta, con Quetzalcoatl (la serpiente emplumada) como uno de sus principales dioses, y practicaban sacrificios humanos como parte fundamental de sus rituales.
Tenochtitlán era una ciudad impresionante, conectada a tierra firme por calzadas. Tras la conquista española, fue destruida y sobre sus ruinas se construyó la actual Ciudad de México. Muchos elementos aztecas permanecen en la simbología mexicana actual, como el escudo de la bandera nacional.
🌽 ¡Atención! Las chinampas aztecas eran tan productivas que permitían hasta siete cosechas al año. Este sistema agrícola era tan eficiente que alimentaba a una población de aproximadamente 200,000 personas en Tenochtitlán, ¡una de las ciudades más grandes del mundo en su época!